Perdón, el inicio del camino.

Hijos de la violencia

El 28 de Octubre del corriente año se va a cumplir un año del encuentro entre los senadores Rodrigo Lara, Juan Manuel Galán y Sebastian Marroquin Santos (Juan Pablo Escobar Henao) . Los personajes pueden parecer un trío de desconocidos, pero si se menciona a sus padres Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán S, quienes fueron victimas del terrible Pablo Escobar Gaviria, tendremos una mejor idea de la trascendencia que tuvo dicho encuentro.

Efectivamente l 28 de octubre de 2008 se reunieron los huérfanos de la espantosa violencia que sacudió a Colombia en los años 80, con el fin de buscar escenarios de entendimiento y comprensión, pero sobre todo de perdón, Sebastian Marroquin S. anteriormente llamado Juan Pablo Escobar, pidió a nombre de él y de toda su familia perdón por los execrables actos de su padre, acto de suma gallardía y de nobleza de un hombre que no fue participe se esos actos, solo fue el vástago de una persona que le hizo mucho daño a la nación y a su familia.

Versa en el argot popular la frase:«los pecados del padre son los pecados del hijo», tal sentencia resulta ser una versión anquilosada de la culpa, la cual se extiende hasta la 4ª generación de su estirpe. Ello no tiene por qué ser así. Cada quien debe responder por sus actos ante la sociedad.

El perdón pedido por este hombre es un acto de grandeza, humildad y sobre todo de sentido de humanidad, es un aporte incalculable al tejido social y un principio para buscar el perdón y la reconciliación. Un buen principio para alcanzar la anhelada paz.